Capturando el alma del color.
Cada fotografía es un susurro, un instante robado al tiempo donde el acrílico cobra vida. Observa cómo, gota a gota, el lienzo se transforma: formas que nacen, se expanden y danzan como células en constante evolución.
No son sólo imágenes, son el latido mismo de la creación, donde el azar y la intención se funden para revelar algo único e irrepetible.